Pertenece
a una familia poco convencional, su padre Paul, su madre Rose y su hermana
melliza Sara, los Wolker, y, aunque intentan llevar, desde hace cientos de
años, generación tras generación, una vida normal; lo cierto es que, un gran
secreto les persigue: La profecía de los Wolker, por la que, en algún momento,
un descendiente de Zanydra heredará sus extraordinarios poderes, aunque ello le
supondrá su muerte.
Nadie
en la familia Wolker puede imaginar que ese descendiente es Alex. Muy
aficionado a los juegos de magia, sin embargo la auténtica diversión de familia
y amigos es la torpeza de Alex a la hora de ejecutarlos.
Alex
es un compañero leal y honesto de sus dos mejores amigos: Eric y Guille. Ama la
diversión, la aventura y el riesgo, por lo que su prioridad es disfrutar con
sus amigos en el único lugar prohibido: el castillo del acantilado.
Alex
es muy protector de su hermana melliza Sara; y, al contrario que esta, es muy
perezoso para los estudios, lo que él considera tomarse la vida en serio
demasiado pronto; por ello es el único que recibe los reproches y castigos de
sus padres en casa.
En
un primer momento, cuando recibe la visita de los dos magos blancos: Rasún
y Zafir,
Alex siente tanto miedo que prefiere negarlo, pero después, con la ayuda de
su hermana y sus dos amigos, es el primero en reaccionar con la máxima
responsabilidad ante su mayor reto: su destino.
Tras
su primera aventura, Alex demuestra, y se demuestra a sí mismo, su capacidad de
liderazgo del grupo, valentía y confianza.
Alex
regresa del mundo fantástico a Casellnorz con poderes y, aunque no puede
utilizarlos, se siente diferente.
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